El papel bond también llamado papel carta, es un papel de alta calidad y resistencia, que no tiene ningún recubrimiento, puede ser blanco o de colores y se diferencia de los demás papeles por el peso, que está en el rango de 70-100 g /m². Dependiendo del tamaño y el color, se puede encontrar en diferentes presentaciones y con diversas aplicaciones, como por ejemplo sobres, cartas, folletos, notas (pos-it), manuales, papelería personalizada, facturas, recibos de cajeros automáticos, puntos de venta y cajas registradoras, planos de ingeniería y arquitectura y muchos más.
Gran parte de la comunidad universitaria del Núcleo Armando Mendoza de la UCV, constantemente hace uso de este material y cuando ya no lo necesita lo desechan en depósitos que van a parar en los vertederos de basura municipales, convirtiéndose en un agente más de contaminación. El desconocimiento y la falta de una cultura fundamentada en las 3R, convierte a la comunidad día a día en partícipes y colaboradores del deterioro ambiental.
El Núcleo Armando Mendoza de la UCV, atraviesa una crisis presupuestaria, la masa estudiantil ha ido en aumento y las instalaciones se han ido deteriorando. Se requiere de la dotación de los salones con más cantidad de pupitres, escritorios y sillas, equipos de video beam, computadores, dotación de los laboratorios existentes y creación de nuevos laboratorios, entre muchas otras necesidades que permitirán un mejor aprovechamiento de los espacios y facilitarán el proceso de enseñanza tanto para los profesores como para los estudiantes.
El proceso de reciclaje es el mismo para papeles fabricados a partir de celulosa y cartón, sin embargo, el destino del papel bond reciclado no es el mismo que tiene el cartón u otros papeles (papel periódico, papel de seda, etc.). Por lo que las receptorías de papel y cartón para reciclar, reciben de manera separada estos materiales y en el caso del papel bond, los precios estipulados para su compra son mayores que los del cartón y otros.